La okupación ilegal de viviendas se ha convertido en un problema en constante crecimiento en los últimos años, agravado por la crisis económica. Este fenómeno afecta especialmente a las segundas residencias, que tienden a quedar en una situación de desprotección.
Prevención de la okupación
Para prevenir situaciones de okupación ilegal, es esencial contar con medidas de seguridad avanzadas, como sistemas de videovigilancia, alarmas para proteger viviendas, cerraduras anti-bumping y otros dispositivos. Además, la colaboración entre vecinos y visitas periódicas (en el caso de segundas residencias) son estrategias útiles.
¿Cuándo se considera ilegal la okupación?
La ocupación se convierte en “ocupación” cuando se realiza sin el permiso expreso del propietario, es decir, cuando se trata de una acción ilegítima.En este contexto, el Código Penal establece diferentes sanciones según si la vivienda está habitada de manera recurrente o no, y si el suceso implicó violencia o intimidación.
Mi vivienda ha sido okupada: ¿es mi residencia habitual o una segunda propiedad?
Los procedimientos y recursos para abordar la okupación varían según el tipo de vivienda en cuestión. En el caso de la residencia habitual, los procedimientos legales se enmarcan en el ámbito penal. En cambio, para los segundos domicilios, se suele seguir una vía civil.
Okupación de la vivienda habitual
Si se enfrenta a esta situación, su primer paso debe ser contactar a la Policía y presentar una denuncia de inmediato, preferiblemente dentro de las primeras 24 a 48 horas. Esta acción es crucial para agilizar el proceso de desalojo, ya que, en la actualidad, es la única manera de garantizar una respuesta rápida.Este tipo de casos se consideran allanamiento de morada, un delito tipificado en el Código Penal español. Esto otorga a las autoridades el derecho de acceder a su vivienda sin necesidad de una orden judicial, y los okupas pueden enfrentar penas de prisión.La colaboración de los vecinos y cualquiera que pueda dar testimonio a su favor son recursos valiosos, especialmente si el incidente ocurre cuando se encontraba de vacaciones.
Mi segunda residencia ha sido okupada
Este escenario es más común, ya que las segundas residencias tienden a ser más vulnerables. En estas situaciones, la precaución es fundamental, y contar con sistemas de alarma diseñados para protegerse debe ser una prioridad.Uno de los desafíos principales en el caso de segundas residencias es la falta de contacto constante con la propiedad, lo que dificulta determinar cuándo se ha producido la okupación. Siempre que sea posible, se debe presentar una denuncia en las primeras 48 horas.El principal inconveniente en este tipo de casos es que la resolución suele ser a través de un proceso civil, lo que puede prolongarse considerablemente en el tiempo.
¿Cómo recuperar tu vivienda?
Existen varias alternativas para recuperar su propiedad:
- Vía penal: Puede denunciar el incidente, y un juicio determinará los delitos asociados a la ocupación, ya sea sin violencia o con violencia. Este procedimiento suele ser rápido, ya que basta con presentar pruebas adecuadas en el día del juicio.
- Vía civil: Los escenarios pueden variar según las circunstancias. 1) Acción reivindicatoria: Protege su derecho de propiedad perturbado por el okupa. 2) Desahucio por precario: Aplicable cuando alguien estaba viviendo en su propiedad con su permiso, pero decide poner fin a esta situación, por ejemplo, debido a falta de pago. 3) Tutela sumaria de la posesión: La opción más ágil, con un plazo de cinco días para que los okupas demuestren una ocupación legal o, en caso contrario, se hará una orden de desalojo.
¿Qué no debe hacer si su vivienda ha sido okupada?
Es importante destacar que no debe tomar la justicia por su propia cuenta y entrar en su vivienda okupada. Esta acción puede tener consecuencias negativas, ya que podría resultar en una denuncia en su contra.Por ejemplo, cambiar la cerradura se considera un delito de coacciones, según el artículo 172 del Código Penal, y conlleva sanciones. En estos casos, la mejor solución siempre es la prevención, pero, en caso de que se dé una ocupación no autorizada en su vivienda, siga los procedimientos establecidos por la ley y que la rabia no le ciegue.